¡¡NO PUEDES ENSEÑAR BDSM!!

LA ESCUELA DE BDSM
Tiempo de lectura: 12 minutos
¡¡NO PUEDES ENSEÑAR BDSM!! - La Escuela De BDSM
La Escuela De BDSM

Ya volvemos con la cantinela de parvularios: ¡¡NO PUEDES ENSEÑAR BDSM!! En el mundo del BDSM, la transmisión del conocimiento ha sido durante mucho tiempo un pilar fundamental. Sin embargo, en los últimos años, ha habido una notable disminución de tutores dispuestos a compartir su sabiduría. Mientras algunos ven la enseñanza como una responsabilidad importante para preservar la integridad de esta cultura, otros la perciben como una tarea ingrata.

Este artículo explorará las razones detrás de la creciente reticencia a enseñar y cómo la falta de compromiso de los novicios ha impactado en esta tendencia.

Ah, qué ironía, algunos piensan que tengo un diploma oculto en “Ciencias BDSM” o que mi blog es una academia virtual. ¡Qué sorpresa se llevarían si supieran que La Escuela de BDSM no es una escuela formal! No doy clases magistrales ni reparto certificados de excelencia, ¡y mucho menos creo ser un maestro supremo de nada!

Hablando en serio, La Escuela de BDSM es un blog donde comparto lo que he aprendido durante años de experiencia en esta cultura. Lo hago por pasión y con la intención de ofrecer una fuente confiable para quienes desean aprender de forma sana y segura sobre el BDSM. Nunca he pretendido ser profesor, y no imparto clases; simplemente difundo conocimientos que, de otro modo, podrían quedar enterrados entre prejuicios y desinformación.

En un mundo donde la información sobre BDSM es limitada y muchas veces distorsionada, mi meta es contribuir a que las personas tengan acceso a material basado en el respeto, el consentimiento y la comunicación. No busco ganar un título ni elevarme por encima de nadie. Es más, creo firmemente que todos tenemos algo que aprender, independientemente del tiempo que llevemos en la escena.

Así que, no, no me considero ni profesor ni Maestro. Simplemente soy alguien que, a través de este blog, comparte lo que ha aprendido para ayudar a otros a vivir y disfrutar de un BDSM seguro y saludable.

Ah, el conocimiento es poder… ¡y qué poder tienen aquellos que lo guardan como si fuera un tesoro del siglo XV! Algunos practicantes experimentados parecen convencidos de que compartir su experiencia es como ceder el control absoluto de su reino secreto. En lugar de verlo como un legado a transmitir, lo ven como una amenaza a su estatus. ¿Será que temen que el conocimiento caiga en manos equivocadas o simplemente disfrutan de la exclusividad?

En realidad, la reticencia a enseñar en BDSM tiene raíces más profundas. Muchos tutores experimentan una creciente desilusión debido a la falta de compromiso de los novicios. Transmitir conocimiento en BDSM no es algo que se pueda hacer a la ligera; requiere tiempo, paciencia y una profunda conexión con las prácticas y principios éticos. Sin embargo, el entusiasmo inicial de muchos novatos se disipa rápidamente, lo que deja a los tutores sintiendo que han perdido su tiempo y energía.

La experiencia de enseñar también puede ser emocionalmente agotadora. Los tutores a menudo se encuentran enfrentando situaciones donde el respeto por la jerarquía y los protocolos básicos es ignorado o malinterpretado. En un espacio donde el consentimiento, la comunicación y el respeto mutuo son esenciales, la educación requiere una dedicación profunda que no todos los novatos están dispuestos a mantener.

A esto se suma el temor de que, al compartir ciertos conocimientos, estos puedan ser mal utilizados o malinterpretados, especialmente en un entorno donde las redes sociales facilitan la difusión de información de manera irresponsable. La transmisión del conocimiento requiere una base sólida de confianza, y cuando esa confianza se rompe, es comprensible que muchos se abstengan de enseñar.

¿Qué pasa con los tutores? ¿Especies en peligro de extinción o simplemente hartos de lidiar con turistas en la cultura BDSM? Puede que algunos se pregunten si se trata de una conspiración mundial para erradicar la sabiduría de las generaciones pasadas. O quizás, los tutores se han retirado a vivir en cuevas, dejando a los novatos sin guía, como protagonistas de una película de aventuras.

La realidad es menos dramática pero igualmente preocupante. El número de tutores dispuestos a enseñar ha disminuido en gran parte debido a la falta de compromiso de los nuevos practicantes. Los tutores invierten una cantidad significativa de tiempo y energía en sus enseñanzas, y cuando los aprendices no muestran un verdadero interés en profundizar en la cultura BDSM, se genera una frustración acumulada. Muchos novatos esperan resultados rápidos y no comprenden que el BDSM es un camino de aprendizaje continuo que requiere dedicación.

Otro factor que ha llevado a la disminución de tutores es la creciente demanda de enseñar «a la carta». Los novicios quieren aprender solo lo que les interesa, sin respetar la importancia de los fundamentos como el consentimiento, la seguridad y la ética. En lugar de comprometerse con un proceso educativo completo, muchos buscan atajos, lo que reduce la calidad de la enseñanza y aumenta el agotamiento de los tutores.

Además, la popularización del BDSM a través de medios masivos y plataformas en línea ha dado lugar a una gran cantidad de desinformación. Los tutores se ven en la necesidad de corregir constantemente conceptos erróneos y contrarrestar las influencias negativas que llegan de la cultura popular. Esto añade una presión adicional a su rol, y muchos prefieren retirarse antes que seguir luchando contra la corriente de malentendidos.

¿Por qué no hacemos del BDSM un club VIP donde solo los elegidos pueden entrar? Oh, espera, ya lo es para algunos… Hay quienes ven la enseñanza del BDSM como un privilegio reservado para unos pocos «iluminados», aquellos que se consideran guardianes de un conocimiento arcano que debe ser protegido de las masas ignorantes. Para ellos, enseñar sería, en el mejor de los casos, rebajar el nivel de su sabiduría ancestral.

Sin embargo, esta mentalidad de exclusividad es perjudicial para la comunidad BDSM. El BDSM se basa en la comunicación, el respeto y la seguridad. No compartir el conocimiento adecuado puede llevar a prácticas irresponsables y peligrosas. La enseñanza es una herramienta clave para asegurar que las nuevas generaciones comprendan los principios fundamentales de esta cultura, y que practiquen de manera segura y consensuada.

La prepotencia de algunos practicantes al asumir que solo ellos son dignos de enseñar puede crear un ambiente de elitismo que aleja a quienes buscan aprender de manera genuina. Este tipo de actitud no solo limita el crecimiento de la comunidad, sino que también fomenta la desinformación, ya que los novatos no siempre tienen acceso a fuentes confiables de conocimiento.

Al final del día, el BDSM no debe ser un club privado. La cultura BDSM debería promover una comunidad abierta donde el conocimiento se comparta de manera responsable, guiada por el consentimiento, el respeto y la ética. Mantener el conocimiento dentro de un círculo cerrado va en contra de los principios inclusivos que muchos buscan defender dentro de esta comunidad.

Ah, el compromiso, esa palabra tan temida. ¿Por qué molestarse en aprender algo seriamente cuando puedes saltar de un kink a otro, como si estuvieras coleccionando Pokémon? Para muchos novatos, la emoción inicial del BDSM se desvanece tan rápido como apareció, dejando a los tutores con la sensación de haber invertido tiempo en un aprendiz que se evaporó.

Uno de los mayores desafíos a los que se enfrentan los tutores en el BDSM es la falta de compromiso por parte de los aprendices. Muchos novatos llegan al BDSM atraídos por la estética o la fantasía, pero no están dispuestos a dedicar el tiempo necesario para comprender y aplicar los principios fundamentales. El BDSM no es un hobby pasajero, sino una práctica que requiere responsabilidad, autoconocimiento y respeto por uno mismo y por los demás.

El proceso de aprendizaje en BDSM es lento y requiere paciencia. Los tutores buscan educar a los novatos en temas como el consentimiento, la seguridad y la negociación, pero cuando estos conceptos no son valorados adecuadamente, se genera una desconexión. Esta falta de compromiso no solo frustra a los tutores, sino que también pone en peligro a los mismos novatos, ya que sin una comprensión profunda de los principios del BDSM, es fácil caer en prácticas peligrosas.

Para aquellos que realmente desean aprender, el compromiso es esencial. El BDSM es una cultura rica y compleja que no se puede dominar en un día ni en una semana. Requiere tiempo, dedicación y respeto por el proceso de aprendizaje, algo que muchos novatos no están dispuestos a ofrecer.

La reticencia a enseñar en el BDSM no es simplemente un capricho de los tutores, sino una respuesta a la falta de compromiso y a la creciente desinformación que ha surgido en la comunidad. El descenso en el número de tutores es un reflejo de las dificultades que enfrentan aquellos que buscan compartir su conocimiento, y las actitudes exclusivistas solo agravan la situación. Para preservar la integridad y seguridad en el BDSM, es esencial fomentar un entorno donde el conocimiento se comparta de manera abierta y responsable, siempre guiado por el respeto y el compromiso mutuo.

Por cierto, me avisaron de que han intentado suplantar mi identidad, recordad que si un perfil con mi Logotipo no está en esta sección: REDES SOCIALES , no soy yo, no hay nadie más en #LaEscuelaDeBDSM, que no os engañen. También recordad que mis escritos están registrados en Safe Creative, con los derechos que ello conlleva.

Como siempre os digo, mis queridos alumnos, yo no soy un Maestro ni un Tutor, solo expongo mi experiencia, mis conocimientos adquiridos y adquirentes, para que todos podamos aprender.

Vive el BDSM con RESPETO y HUMILDAD.

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AMO DIABLILLO

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Soy AMO con experiencia en BDSM. En este Blog se intentará enseñar todo lo relacionado con el BDSM, de la forma más correcta posible.
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