
Pecando en semana santa, no se le podía ocurrir otra cosa a un ser tan maléfico. Aquí no se trata de ver la fe de cada uno, ni tan siquiera de valorar las creencias. Llegaban unos días de descanso y este año con una visita inesperada que podía alegrar la vida de una persona. Ella sabía y sabe que estoy casado en una relación abierta, pero además cuenta con el beneplácito de mi mujer para pasar esos días conmigo. Aunque si que había unas normas a cumplir: Nada de celos, mandarla fotos y videos, nada de dejar insatisfecha a la persona y sobre todo disfrutar del tiempo que se pase juntos.
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